Primero A, otra aula más en cuarentena.

Terminamos la semana con otros dos positivos más que han obligado a cerrar el aula de Primero A por 14 días, activando el protocolo de aislamiento de todos los componentes del grupo estable de convivencia.

Como os decíamos el miércoles, con el primer aula en cuarentena, no podemos relajar las medidas de prevención en ningún momento. Fiestas familiares, concentraciones, actividades extraescolares, etc. son caldo de cultivo para el virus si no se guardan escrupulosamente las medidas que todos conocemos: mascarilla, distancia de seguridad e higiene de manos.

Por mucho que hagamos en el colegio por evitar los contagios, como vemos, estos se producen fuera de nuestro ámbito y nos afectan directamente, no solo a nosotros, sino a todos vosotros que sufrís las consecuencias también de tener un positivo en casa.

ACTIVIDAD NO PRESENCIAL

Debido a lo inmediato que se han dado estas situaciones, cuando ni siquiera habíamos empezado a terminar de organizar el inicio de curso, no hemos tenido tiempo de avanzar mucho en los escenarios que conllevan actividad no presencial por motivo de la pandemia.

Estamos trabajando en ello, pero debéis ser pacientes porque es una empresa enorme que requiere de tiempo, formación, infraestructuras y adaptaciones en las tardaremos todavía un tiempo.

Tened en cuenta que los miembros de los grupos que se encuentran en aislamiento domiciliario (alumnos y profesores), deben estar aislados del resto de sus familias durante todo este periodo de cuarentena y seguir fielmente las recomendaciones que les hagan llegar las autoridades sanitarias para evitar males mayores y que el contagio pudiera afectar a otros miembros de sus familias, en el caso de que se hubieran contagiado también.

Esto hace muy complicado el trabajo no presencial del grupo. Solo el escenario en el que un edificio o el centro entero entra en periodo de confinamiento puede ser abordado con ciertas garantías porque la libertad de movimiento y de trabajo en casa puede compaginarse con la actividad lectiva a distancia, como ocurrió en los meses de primavera.

Nuestro objetivo, durante estas primeras semanas será organizarlo todo adecuadamente para que, si ocurren esos escenarios, el centro pueda cambiar de actividad presencial a no presencial de forma automática y con garantías de calidad, lo que también influirá en la mejora de los grupos que, puntualmente, queden en aislamiento domiciliario, como ocurre ahora.

Algunos grupos, como los grupos Carmenta (quinto y sexto), debido a la dinámica intrínseca que poseen, necesitan menos adaptaciones y podrán trabajar antes que el resto, pero nuestro objetivo es que todos tengan un grado de autonomía y capacidad de respuesta suficiente para que los periodos no presenciales que puedan sucederse a lo largo del curso, no les hagan perder el ritmo de su trabajo durante el curso.

UN RUEGO FINAL

Pero todos estos inconvenientes pueden evitarse fácilmente si todos cumplimos con nuestras obligaciones y responsabilidad como ciudadanos y buenos vecinos y nos preocupamos de cuidarnos mucho.

El colegio no es como la plastilina, que se puede moldear a gusto rápidamente. Cada cambio requiere tiempo para asimilarlo y adaptarse a él. Ahora somos un colegio con el equipo directivo de baja, con otros tres profesores, entre ellos dos especialistas (inglés y AL) de baja, que ya no podrán trabajar con ningún otro grupo del colegio. Eso influye en el trabajo de todos, no solo de los dos grupos que están en casa.

No podemos seguir así. Debemos comprometernos a ser muy cuidadosos con nuestros hábitos si queremos que el curso fluya de la mejor manera posible, si no, nos instalaremos en un caos continuado de grupos que entran y salen del colegio, y eso influirá en la salud de todos, seguro, la física y la mental.

Así que, a ver si aprendemos de nuestros errores y, aunque nos tocará sufrir todavía otro poquito más esta semana que viene, volvemos a empezar, de nuevo, con mejor pie. Ánimo, no es tan difícil. Es cosa de todos.