El jueves pasado nos levantamos bien tempranito para coger el autobús que nos llevaría a Madrid, para pasar el día en el Zoo, rodeados de animales.
Dña. Carmen, D. Javier, Dña. Aroa y Dña. María, acompañados del que suscribe y de dos autobuses de exploradores y aventureros, nos untamos bien de protector solar, nos calamos las gorras y al lío.
Nos trajimos un moreno de época y un montón de buenas fotos y curiosidades sobre el mundo animal.
El día fue caluroso pero divertido, así que buscando la sombra, como los animales, fuimos de lado a lado viendo cosas alucinantes. Del foso de los leones marinos, al delfinario y a las aves exóticas y rapaces.

Después comimos y repusimos las fuerzas, nos hidratamos bien y otra vez a la aventura, esta vez con un par de guías que nos ayudaron a conocer mejor las costumbres de los animales que fuimos visitando por el recinto.
Entre trago y trago, encontramos a alguno despierto y con ganas de posar para nosotros. Otros estaban disfrutando de una buena siesta a la sombra y les importaba un pito que estuviéramos allí dando gritos emocionados.

Total, que a eso de las siete, dejábamos la tienda de animales del zoo vacía de peluches, nos montábamos de nuevo en el autobús y regresábamos a Carrión contentos y reventaos.
¡Hasta la próxima aventura, amigos de Colecarrión!
Por cierto, aquí os dejamos nuestro súper álbum de fotos del día…
